viernes, 30 de julio de 2010

Crónicas de un fracaso; tres diferentes facetas, bajo análisis.

¿Cuándo?, ¿Cómo?, ¿Dónde?, ¿Por qué?, singulares preguntas nacen cuando la derrota, imposibilidad, desgracia y todos los sinónimos que derivan de la palabra: fracaso derivada del italiano fracassare; que se rompe de manera estrepitosa, que a su vez se deriva de casser; es decir, que se rompe, que su etimología latina es,quassare; sacudir agitar, de manera más sintetizada el DRAE (Diccionario de la Real Academia de Española) define como;Suceso lastimoso, inopinado y funesto, todas estas incógnitas y sinónimos solemos usar por más “perfectos” que sean nuestros actos, pues al final el toque humano ha de permanecer, es decir, la imperfección.

El humano quizá sea la especie que cuando fracasa lo sintetiza de manera mediata, abundare más en ello; un tigresa no sabe que ha perdido a una cría sino hasta el momento de alimentarlo, es así en la mayoría de las especies como se da, no así, en los humanos. El ser humano no solo siente el fracaso sino además lo huele, lo predice, lo presiente, pero nada basta (la mayaría de la veces), para impedirlo, pues aún a sabiendas de que el fracaso se aproxima el humano se miente así mismo, creyendo que su instinto le esta fallando, ergo, cuando no se evitan las señales más primitivas e infalibles (si se interpretan de manera idónea) se impide; el error, la equivocación o el fracaso o por lo menos se asimilan de manera más ecuánime.

Se contempla el fracaso como la parte más oscura de nuestro ser, a veces, como si fuera ajeno a nuestro mismo ser, como si estuviera esperando hacer desaparecida, borrada, como si fuera exógeno a nuestro ser, cuando sabemos que si fuera así sería contra natura. No de la misma manera se ve la victoria, el logro, la consecución, la ganancia, estos sinónimos todos los deseamos, aún aquel que sabe que lo que esta ejecutando desde un principio carece de todos estos mismos.

Creo que el fracaso no es solo, más que el hermano malévolo de la victoria, y que esta ahí para recordarnos algo; no se nos debe olvidar, que de estos dos deudos, fuimos hechos, pues puedo estar seguro que antes de nacer, nuestra madre tiene una ligera idea de como seremos, y al vernos no creo que coincidamos del todo con la efigie que tenia momentos antes, ello pasa a nosotros como un fracaso, y lo capitalizamos, no como odio o frustración si no más bien como parte de nuestra esencia, pues inclusive en este mismo acto de nacimiento le arrancamos ha esa nodriza una sonrisa irrepetible, y es ahí donde nos da la victoria, por lo tanto, nos dio fracaso y victoria en menos de un segundo, actos mismos que no serán olvidados hasta el termino mismo de nuestra razón.

Pero el humano desea arrancar sonrisas,no confusión o tristeza, pero ¿por qué?, ¿por qué es malo?, es ¿antimoral?, por que la ética se ha dedicado a especializarse en las virtudes humanas, no en los defectos, no en los actos que también nos definen, pues una risa se puede fingir, no así el enojo, se puede arrebatar muecas de alegría pues es justo del hombre ser feliz, no de la misma manera arrancar odios y lagrimas, como si eso no fuera también justicia hacia el hombre.

***Desde que se toma una decisión política, se puede estar seguro que parte de ella, es errónea.

Siempre que se nos da ese poder, inherente dentro de una democracia; el voto, solemos ser sensacionalistas y muy poco realistas, se piensa en la euforia de la mayoría, no en la angustia de las minorías, se contempla la campaña, la publicidad, la rumorología que gira al rededor del candidato, nunca o pocas veces, se da por sentado, que por quien se vota es por la persona, es esa misma, quien llevara a la comunidad, ejido, municipio, estado o país, bajo su yugo político, es quien tomara las decisiones simples y efímeras, como las complejas y perenes.

Si el candidato, nuestro gallo, se convierte en victorioso, solemos festejar, gritarlo a los cuatro vientos, presumimos y alardeamos a todo ser (querido u odiado), que por él nosotros votamos, y por obviedad respaldamos su política por venir, o por lo menos eso se esperaría de un hombre con responsabilidad civil. Al trascurso del tiempo resulta que nada fue como se planteo, pues todas aquellas frases melódicas y simbólicas, se han convertido en antónimas y disonantes; “por que lo importante es tu economía”; suben los impuestos, “la seguridad será la medula espinal, de esta administración”; secuestros, robo y extorción se vuelven parte de la cotidianidad, por ende, el ciudadano que voto, sabe que se equivoco en su elección y que ha fracasado en el aquel acto democrático otrora, es decir, en su voto pasado. Lo más responsable sería afrontar ese error, capitalizar la derrota política y exigir en la manera de lo posible; como agrupar aquellos mismos a los que de antaño gritaron eufóricamente, que se respete lo prometido y que se responsabilice a todo funcionario de cualquier negligencia que afecte al Estado (país), pero no es así, solo se agacha la cabeza o simplemente se evita esa confronta de resaltar nuestro error, es en esos precisos momentos donde toda responsabilidad civil se conoce y se castiga de manera moral o simple y llanamente contra nosotros mismos.

Lo peor aún es dar razón a lo irrazonable, fenómeno natural que se da con la negación, creyendo que el dejar que las cosas tomen el curso equivocado, provocara que de manera mesiánica, todo regrese a la normalidad y lo lógico del bien estar, afirmando que cualquier critica forma parte del enemigo, cuando es totalmente contrario, pues la critica; es la capacidad de discernir bajo normativas morales y/o legales, que contempla un análisis, cuya finalidad es resaltar la inconformidad de un ente o una sociedad, cuya base funciona para gestionar las políticas, y así convertirlas en políticas públicas, es decir, alto impacto social, pero debido a que no se da resiliensia del fracaso, toda objeción es contemplada como blasfemia que pretende dañar la imagen o finalidades del político ante el cargo.

Las decisiones políticas son perpetuas, y provocan cambios radicales dentro de las sociedades, pueden incluso provocar dictaduras, por lo tanto, aceptar que se a errado en la elección de un candidato, ayude de manera plausible a evitar una debacle política, pero mientras los ciudadanos (que a un son pocos), no contagien a la mayoría de que el cambio no se encuentra en las instancias de gobierno, sino dentro de la misma colectividad ciudadana, por lo tanto, el cambio esta dentro del ciudadano aunque suene demagógico.

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***El deporte; jugamos como nunca, perdemos como siempre.

El espectáculo suele ser irracional, pues si así no lo fuera no sería espectacular, necesita salir de la realidad, y convertirse en una quimera placentera, aquellos franceses que se divertían con las ejecuciones bajo la guillotina, o los romanos festejando la muerte de un gladiador bajo las fauces de una bestia africana, y después de ello, ya en una época más “civilizada”, trajo consigo la locura momentánea en las salas de cine, lugar donde actualmente se exhiben películas, que no solo superan la ficción como tal, sino vuelven al espectador protagonista del relato, y sea cual fuere la acción, el espectador no puede negarse a ella, ni cerrando su propia ventana de luz, es decir, sus ojos.

El deporte suele ser la actividad lúdica por excelencia, pues es un gocé dual; el aficionado (muchas veces también amateur del deporte), y el jugador profesional, algo que quizá valdría la pena explicar; los jugadores se vuelven profesionales, cuando estos convierten al deporte en fuente de trabajo, un claro ejemplo es el futbol; este deporte inicia como una competencia lúdica, donde proletariados y burgueses disputaban partidos muy reñidos, es ahí donde aquel obrero, o aquel dueño de la fabrica se dan cuenta, que es un deporte que exige por si mismo una condición eficiente, y una cultura del balompié, entonces se opta por juagar de manera profesional, es decir, que se cobra, o se recibe una cantidad monetaria, para la ejecución de este deporte. Después de la revolución industrial, este deporte toma más auge, por que atraían la atracción de los jugadores, por su tipo de juego, y se creía que lo que se usaba para el deporte era lo que volvía magnifico a ser humano para juagar (léase, tenis, guantes, ropa deportiva, balones), fue donde los señoríos, deciden invertir en este deporte y crear una empresa con su conjunto de jugadores, donde se usaran los accesorios de la empresa que financie los gastos de los mismos, ya después con el auge del neoliberalismo, se entra en una fase de venta de producto, más que demostración del deporte mismo, cosa por el cual, hoy en día equipos de la talla como Real Madrid, o Barcelona se encuentran en crisis, pues han invertido más en jugadores de lo que generan en utilidades, esto se ha debido a que los directivos se han olvidado que lo importante es el espectáculo del juego, no toda la parafernalia usada con los jugadores, se olvida que son ¡jugadores! y no, ¡estrellas de cine!, todas estas  prácticas han denostado al deporte mismo, reflejado así en el mundial de futbol, organizado por la FIFA, donde cada vez sus cifras se encuentran en disminución, debido a la falta de deporte y espectáculo en la cancha, y todo gracias a decisiones cortoplacistas. Si no se toman decisiones relevantes sobre el cambio de este deporte, terminara siendo un simple y llano deporte, y con poco impacto social, por ende, de poco interés mediático, lo cual no conviene a ninguno de los directivos de todo el mundo.

Además de lo anterior citado, que era de suma importancia recalcar para contextualizar el fracaso del cliente, del espectador, es decir,del aficionado, aquel que sigue creyendo que los cambios son ipso facto, y que entre mayor sea el fracaso y el dolor, a si será de grande la fe que se tendrá para los futuros encuentros, cosa que parece totalmente irracional, decía Einstein: "Locura es hacer la misma cosa una y otra vez esperando obtener resultados diferentes”, y es como un aficionado no es capaz de asimilar el fracaso, como ingenia dentro de su memoria que lo que presencio no fue más que un simple error, error que era necesario realizar para así de esta forma lograr el triunfo futuro. No habido en México, mundial donde la afición no se alborote y crea que esta vez se será campeón del mundo, eso si, no se mantiene al tanto de como es que un equipo de futbol (Nota: creado con fines comerciales y empresariales), pueda de buenas a primeras por el simple apoyo, entregar resultados utópicos.

Creo que el aficionado se encuentra en un estado de ensimismación, donde su realidad y racionalidad sale de si misma, pero no es por la belleza de la justicia poética,es por el hecho de que sabe a todas luces, que el afrontar el fracaso y la realidad, le llevaran a un estado donde no es nadie, no es por lo menos lo que el creía saber, no es más un ser, que tendrá que vivir el día día, afrontado que lo único en lo que el creía que era bueno, es decir, creer que su equipo es único y pocas veces igualado, aceptar esto le sería imposible por el simple hecho de que no sabría que hacer con el fracaso, y es que el fracaso más doloroso para cualquier ser, es el a vivir fracasado, y no haberse dado cuenta de ello.

Creo por otro lado, que si el aficionado mexicano, lograra imponer su realidad y modificarla de manera que, se convirtiera en un resiliente, provocaría a primera instancia que el equipo de la selección se enfocara más en ganar partidos, y no solo en venderlos, por que entendería que su principal aportador (léase, aficionados), no es feliz con el producto y por lo tanto necesita modificarlo a capricho del cliente para que pueda ser rentable, es decir, si el aficionado fracasado su meta otrora fue llegar al 5° partido y no se logro,entonces lo mejor que puede hacer es cambiar de estrategia y plantearse no la misma idea, sino llegar aún más lejos, es decir, concientizarse para que lo mínimo y no lo máximo, sea llegar al 5° partido, de esta manera modificaría su razonar, y hacer afrenta su derrota, y puede llevar sus ilusiones más lejos, ergo, si continua fijando siempre la misma meta, lo único que lograra es mantenerse de manera estática, pues su exigencia utópica es mínima, y como tal, lo podría ser el resultado.

EL aficionado debe de entender, que es gracias al  fracaso que se asimila la victoria, es gracias a el, que se puede uno levantar y mirar el cielo, es gracias a el, que los hombres son hombres, por que algo es cierto, un hombre se diferencia de manera más notoria por sus derrotas y por la manera de hacerle afrenta a este, es ahí, donde los granes gigantes sobre salen, por que ya conocieron que se es gigante cuando se fue enano, y así se discierne la altura.

futbol

***Si en el amor no se sufriera, quién recordaría que se enamoro.

El amor se define de mil formas, es obvio, cada ser tiene una propia definición de lo que es el amor, hasta aquel que dice nunca haberse enamorado. Ver a ese ser, después de haber terminado con él, siempre es un momento difícil, por más que el tiempo pase, por que también se cree que el tiempo soluciona todo, pero no es el tiempo el que soluciona este tipo de derrotas, somos nosotros, que con el tiempo adquirimos herramientas para manipular esa sensación, ese sentir del alma.

Pero la pregunta de las sinfín generaciones será, ¿En el amor se pierde?,ahí quienes dicen que con el simple hecho de haber amado ya es haber ganado, yo no lo creo tanto, pues cómo sabes que amaste, o si amas entonces por que ya no estas con esa persona, por que eso que fue tu aliento, tu pensar, de lo noche a la mañana desaparece y quizá jamás vuelve, y es que quien ama pierde lo que quizá solo tenía en ese tiempo, y es el espejo sentimental que reflejaba aquello de nosotros que amamos, y que no se volverá a reflejar en otro ser, pues solo el espejo anterior poseía cualidades exactas para dar esa mágica efigie de la cual nos enamoraríamos, nuestro alter ego. Obviamente esto no significa que no nos volveremos a enamorar, más bien no nos enamoraremos de la misma forma, del mismo relejo, es eso lo que hace único a ese ser amado.

El terminar con una persona es aún peor, que el perecer de una persona, pues una vez fallecida la persona llegara un dolor efímero, pero solo después de la madures que toma el dolor causado, cual un fruto, se asimila y se recuerda con la mayor alegría posible, pero no así lo es el terminar con alguien, pues por más que evitamos concurrir a los mismos lugares, ella o él, estarán ahí en el lugar “menos” esperado, y nos dará una serie de síntomas, que ni el mejor médico podría descifrarlos en ese momento, el ver a ese ex, nos deja sin aliento, nos vuelve miopes, más, sin embargo, no para verla, nos da alegría, tristeza, enojo, miedo, coraje, todo en menos de una fracción de segundo,y como cual ser primitivo nos retiramos, o simplemente hacemos como si un fantasma se hubiese aparecido, y de la misma forma desaparecido.

Lo anterior descrito, es el simple y llano caso de el fracaso no afrontado, no solucionado, por ende, el ver a ese ex, nos es imposible manejar nuestras emociones, por que aún no digerimos que ya no esta con nosotros, que ya no es más lo que fue en tiempos vanagloriosos. EL fracaso amoroso es el más complejo de todos, y por una simple razón, es pelear contra nosotros mismos, es sentarse y concretar que se a perdido, y que esa persona sigue ahí y seguirá con otra persona, y que tarde o temprano se olvidara algunas veces efímeramente de nosotros, ya no seremos ese ídolo frente a esa persona, ya no será ella (él), la (el) que muestre nuestro reflejo.

El fracasar en el amor es como la vida, se sabe que lo único en la vida que tenemos seguro es la muerte,lo único en el amor seguro es el dolor, así de simple, por que el amor dicen algunos grandes filósofos, es el compartimiento del sufrimiento, y entonces ahí esta la respuesta, lo que se huye de manera irracional es hacernos cargo de nosotros mismos, de nuestro dolor, de nuestro llanto, de nuestra soledad, es ahí donde los grandes hombres salen a relucir, un buen hombre ecuánime, seducirá dentro de lo posible su soledad, un hombre testarudo y poco lucido, la evadirá y tratara de ocultarla, pero tarde que temprano se dará cuenta, que lo que trata de erradicar es su propia soledad, es a el mismo.

Llorar por una despedida es valido, arrastrase con el dolor enzima también lo es, el llorar hasta que los ojos se sequen, el gritar hasta que nos quedemos afónicos, pero hay que hacerlo una sola vez, hay que amar como si fuera la ultima vez, hay que sufrir como si fuera la ultima vez, y así aceptar la derrota de no seguir amando más a ese ser, de la misma forma darnos cuenta que el fracaso, solo sirve si se distingue que esta ahí con el único fin de usarlo como plataforma de salto.

 

cabeza

 

“No importa cuanto fue, sino con quién fue, no tiene valor lo que se tuvo, sino lo que se tiene”

Gracias por leerlo.